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Las matemáticas en la vida cotidiana: 6 situaciones que lo demuestran

Muchos estudiantes se desmotivan en el estudio de las matemáticas porque tienen esa creencia limitante de que si lo suyo va más por el lado de las letras, nunca en la vida van a tener que usar los números y por ello no merece la pena estudiar.

Pero alguna vez los has puesto a pensar cuántas veces al día usan las matemáticas en su rutina diaria y cuáles son los principales problemas que tendrían si no supieran hacer cosas tan sencillas pero habituales como sumar o restar. 

Si te quedaste pensando, qué tal si tú y yo les demostramos que las matemáticas definitivamente tienen una utilidad más allá del aula y que, aunque no lo veamos ni seamos conscientes de ello, están presentes en la vida cotidiana.

Las matemáticas en la vida cotidiana

Cada vez que vamos al supermercado, jugamos un juego de mesa, dividimos a las personas que formarán parte de un equipo de fútbol o de baloncesto, nos movilizamos a casa de algún familiar o hacemos un viaje, estamos usando las matemáticas.

Quizá no estemos usando conceptos abstractos ni fórmulas complejas pero sí estamos poniendo a trabajar todas las habilidades que aprendemos en clase. 

Por eso, te quiero mostrar 6 situaciones en donde tus hijos pueden ver la aplicación de las matemáticas en la vida cotidiana. ¿Empezamos?

1. Matemáticas en el supermercado

El supermercado se puede convertir fácilmente en un aula de clase y las actividades que normalmente hacemos en él, en los ejercicios perfectos para reforzar todos los conceptos aprendidos.

Empecemos por la puerta. ¿Tus hijos saben por qué se abre y por qué se cierra? ¿Saben que en este proceso también hay matemáticas? 

Es importante saber que funciona por altura o por distancia (si estás cerca se abre, si estás lejos no); y que es de esta manera para conservar el aire acondicionado en verano y la calefacción en invierno.

Preguntas muy sencillas que muchas veces ni siquiera nos planteamos. 

Ahora hablemos de los códigos de barras presente en todo lo que compramos, que básicamente se componen de un láser que extrae información que nosotros no vemos a simple vista y con los que las cajeras pueden saber el precio. 

Ahora vayamos a los productos y las ofertas que encontramos. Normalmente en los supermercados, como el Mercadona por ejemplo, diariamente tenemos promociones de 2×1, 3×1, entre otras. 

Así que un ejercicio interesante es que nuestros hijos escojan un producto en 2×1 y traten de pensar cuál es el precio independiente de cada uno de ellos. ¡Matemáticas puras!

Otro ejercicio que puedes hacer es decirles cuánto dinero se pueden gastar en la compra y que ellos vayan contando cada producto que entra en el carrito hasta llegar al tope permitido.  

¿Qué conceptos entran aquí?

  • Porcentajes

  • Descuentos

  • Suma y resta

2. Matemáticas en el parking

En algo tan habitual como buscar un lugar para aparcar o saber cuanto tiempo tenemos para irnos, están presentes las matemáticas.

Hay parkings que cobran por minutos, por franjas o por horas, así que un buen ejercicio para que tus hijos hagan es anotar a qué horas llegaste y cuánto tiempo tardas en volver a coger tu coche.

¡Hora de multiplicar! Haz que multipliquen las horas que tardaste x el valor de los minutos o la hora para que sepan cuál es el total a pagar. Nuevamente ¡matemáticas aplicadas!

3. Matemáticas en la cocina

En épocas de cuarentena y confinamiento, a muchas madres nos ha dado ganas de probar nuevas recetas. Así que si es tu caso, buenas noticias porque la cocina también puede ser una oportunidad fantástica para ver la utilidad de las matemáticas en la vida diaria. 

Tus hijos pueden descubrir cómo las matemáticas son útiles para la planificación de la receta, para añadir las medidas o porciones exactas de cada ingrediente y saber en cuántos pedazos se puede dividir.

Por ejemplo, hace poco hice un bizcocho con mis hijos y ese proceso de repostería se convirtió en una clase de matemáticas que duró una hora.

Si estás haciendo una receta para dos personas, ponlos a pensar cuántos gramos o de los ingredientes necesitarían para que esta receta sea para 4 o 6 personas. 

En este tipo de ejercicios se puede trabajar un pensamiento lógico matemático, ya que esas mismas porciones pueden ser expresadas en tazas, cucharadas, mililitros, gramos y kilos.

¡Pruébalo!

4. Matemáticas para movilizarnos

Cada salida, viaje o trayecto puede ser otra oportunidad para aplicar las matemáticas en la vida cotidiana. 

Qué tal si pones a tus hijos a contar cuánto tarda un trayecto desde tu casa a casa de los abuelos o desde la casa a la escuela.

Si viajas en avión, puedes ponerlos a contar cuántas horas tardas en llegar al destino; y si están un poco más avanzados, a entender a qué velocidad va el avión.

También cuántos kilómetros recorrimos para llegar a nuestro destino y cómo convertir esos kilómetros por hora a metros por segundo. ¡Vamos subiendo de nivel con los ejercicios!

Otra práctica interesante sería que te dijeran a qué horas tendrían que poner el despertador para despertarse y llegar al lugar, de acuerdo a los minutos o las horas que dura el trayecto.

5. Matemáticas en el ocio y los juegos

En los juegos también hay mucha matemática. O piensa en el parchis, en donde tienes que saber contar para mover tu ficha, o en el Monopoly, en donde tienes que saber contar, restar, multiplicar y dividir para comprar tus propiedades, hacer buenos negocios y ganar al tener muchas casitas y hoteles. 

En los juegos de azar como el Blackjack o el Poker también puedes poner en práctica las probabilidades matemáticas. 

Aquí te dejo algunos ejemplos de juegos matemáticos que puedes ponerlos a hacer en el coche.

6. Para ahorrar dinero

Saber matemáticas también ayudará a tus hijos a ahorrar y saber administrar mejor su dinero. Te propongo un ejercicio para que hagan juntos.

Haz que tu hijo o hija piense en ese juego u móvil que quiere y vea cuánto cuesta. 

El siguiente paso será pensar cuánto dinero puede ahorrar de forma semanal, de acuerdo a lo que le das, y ponerse una meta. 

Si el móvil cuesta 200€ y recibe aproximadamente 20€ semanales, quizá, y si se lo propone, podría ahorrar la mitad. Lo que significaría 10€ a la semana.

Ahora debe hacer la cuenta de cuántos meses tienen que ahorrar para llegar a los tan anhelados 200€ y comprarse lo que quiere.

Actividades cotidianas y muy sencillas para poner en práctica las matemáticas, ¿verdad?

Justo el tipo de actividades que me gusta usar para enseñar matemáticas de forma fácil y didáctica en el Aula de Easy/Math. Una escuela online en donde tus hijos pueden aprender mates a su ritmo, de acuerdo a su nivel, curso e intereses.  Aquí tienes la información. 

Como ves, desde que nos levantamos, gracias al despertador, estamos usando las matemáticas hasta que nos acostamos pensando cuántas horas podemos dormir antes de volver a empezar. 

Las matemáticas están en todo y sin ellas no podríamos hacer cosas sencillas como contar, preparar comida, hacer compras, ahorrar, movilizarnos, ir al supermercado o a un centro comercial o pagar. 

Estoy segura de que si tus hijos fueran conscientes de su uso en la vida práctica, estarían mucho más interesados en aprender. ¿Qué piensas tú?

¿Eras consciente de la aplicación de las mates en la vida cotidiana? ¿Añadirías otra situación diario a esta lista? Te leo en los comentarios.

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