¿A quién no le gustaría tenerlo todo bajo control?
Conciliar el trabajo con la familia, ser buenas madres y excelentes profesoras, llevar bien la casa, tener tiempo suficiente para socializar con amigos y familiares y dedicarte ciertos momentos al día para respirar y centrarte en ti.
Suena muy bonito, ¿verdad? Pero la realidad es que a veces es mucho más fácil leer la teoría que vivir la práctica.
Este año ha sido agotador para todas las madres que tienen hijos pequeños o adolescentes y han tenido que convertirse, en un abrir y cerrar de ojos, en profesoras, compañeras de clase, supervisoras, conservar su rol de madres y, en muchos casos, hacer todo esto mientras trabajan desde casa debido a todo lo que estamos viviendo con esta pandemia global.
Y a nada de que se acabe el año, muchas mamás están al borde de un ataque de nervios padeciendo, sin saber, el síndrome de Burnout o como se traduce en español “el síndrome del trabajador quemado”.
Pero… ¿qué es eso?
El Síndrome de Burnout
El Síndrome de Burnout es una respuesta de nuestro organismo a largos periodos de estrés, tanto a nivel físico como emocional.
Al principio este síndrome se asociaba únicamente a los médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, trabajadores de atención al cliente y todas aquellas profesiones expuestas al trabajo con terceros y fuertes momentos de tensión, pero hoy en día también aplica para retratar la vida de las madres agotadas, sobre todo en estos momentos.
Pero antes de seguir hablando con el tema, haz el siguiente test para comprobar cómo estás.
Toma papel y lápiz y contesta “sí” o “no” frente a cada pregunta:
- ¿Sufres constantes dolores de cabeza?
- ¿Últimamente sufres de insomnio?
- ¿Tienes problemas gastrointestinales?
- ¿Te sientes cansada desde que empieza la mañana?
- ¿Sientes que estás más irritable que de costumbre?
- ¿Sufres de ansiedad cada vez que sientes que no puedes ayudar a tu hijo con sus deberes?
- ¿A veces piensas que no eres una buena madre?
- ¿Te cuesta concentrarte en actividades personales y desconectar?
- ¿Te sientes desbordada y te agobias fácilmente por todo?
- ¿Tomar una ducha tranquila de 5 minutos es una odisea?
Si tu respuesta fue sí en la mayoría de las preguntas, sigue leyendo…
Ser madre y maestra 24/7: ¡Una tarea nada fácil!
Ser madre es un trabajo a tiempo completo que se ejerce 24 horas al día durante los 7 días a la semana. Un trabajo gratificante y lleno de amor pero también demandante y agotador que te hace sentir que NO PUEDES LLEGAR A TODO.
Trabajar, limpiar la casa, ayudar a tus hijos, explicarles temas que a veces no entiendes, ayudarlos con aquellas asignaturas que más les cuesta, ser profesoras, gestionar su frustración y la tuya, mantenerlos motivados, y todo esto cuando estamos físicamente agotadas.
Lo que produce una sensación intensa de frustración, que si se va al lado oscuro puede terminar haciéndote pensar que no estás haciendo bien las cosas o, lo que es peor, que no eres una buena madre.
Pero esto no es verdad.
No tienes que ser una madre perfecta
Aunque es lógico que todas queremos ser las mejores madres para nuestros hijos, protegerlos de cualquier cosa que les pueda hacer daño y ayudarlos a ser las mejores personas y estudiantes posibles, debes recordar que para poder cuidar y enseñar primero debes cuidarte.
Por eso para evitar caer en el síndrome de Burnout y sentirte todos los días parte del grupo de las madres agotadas, aquí te dejo 5 consejos que no puedes olvidar.
1. No puedes con todo y eso está bien
Eres una madre súper poderosa pero no por eso tienes que hacerlo todo tú sola. Reconocerlo no te quita el mérito, te hace más valiente.
Si sientes que necesitas ayuda para delegar de alguna manera la educación de tus hijos con alguien que les pueda explicar mejor los temas en los que necesitan refuerzo, pide ayuda.
Yo lo veo todos los días en las madres que apuntan a sus hijos en la Aula de Easy/Math, que ahora dedican ese tiempo que antes invertían tratando de ser sus profesoras, en sus trabajos o en sí mismas.
Pedir ayuda no es malo, es una necesidad.
2. Practica el autocuidado
Lo dicho, para cuidar hay que cuidarse. Tanto a nivel físico como emocional.
¿Hace cuánto no haces una actividad que te gusta, no te haces un masaje, no sales a dar un paseo con tus amigas o te tumbas en el sillón tranquilamente a ver esa serie que tanto te gusta?
Estar bien contigo misma y sentirte tranquila y feliz no sólo marcará la diferencia en tu bienestar general sino en la manera en la que interactúas con tus hijos.
3. Madre agotada: ¡No te culpes!
La culpa es uno de los sentimiento más dañinos que una madre puede sentir porque te impide ver todas las cosas que haces bien y te enfoca única y exclusivamente en tus carencias. En lo que te falta para ser “una buena madre”.
Pero qué tal si cambias el foco, eres consciente de todos tus logros diarios, de la persona que estás criando y recuerdas que ya lo eres.
4. Prioriza
Al igual que cuando hablo de la importancia de que tus hijos planifiquen sus horas de estudio, también es importante que lo hagas tú. Prioriza todas las actividades que tienes que hacer en tu día a día en orden de urgentes e importantes.
No olvides incluir momentos para ti en tu día a día.
5. Haz pausas activas cada cierto tiempo
Regálate un espacio al día para ti, aunque sea 10 minutos por la mañana, 10 minutos por la tarde y 10 minutos por la noche, para hacer un par de respiraciones con los ojos cerrados, meditar o simplemente sentarte en actitud tranquila y reflexiva.
Cuando sientas que tus niveles de estrés van subiendo y que te sientes desbordada, debes parar. Busca un lugar tranquilo, cierra los ojos y vuelve a ti. Repite este ejercicio siempre que puedas.
Espero que puedas aplicar estos 5 consejos cada vez que sientas que no puedes con todo para que evites caer en el síndrome de Burnout.
¿Cómo te ha ido el test? ¿Formas parte del grupo de las madres agotadas? Te leo en los comentarios.