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Cómo motivar a tu hijo con las matemáticas: sigue estos 5 consejos

Yo creo que la mayoría de madres hemos escuchado a nuestros hijos decir ¡Mamá, se me dan fatal las matemáticas! con ese desgano que hace que la frase quede resonando en el aire y nos deje sin saber bien qué decir para que los chicos cambien el discurso negativo que tienen con respecto a la asignatura y empiecen a verla desde otra perspectiva. 


Pero, qué tal si la respuesta fuera más simple de lo que pensamos y nuestros hijos sólo necesitarán un poco de motivación para pasar de la pereza que muchas veces sienten al tener que estudiar matemáticas a la revelación de que esta asignatura pueden ser muy divertida y útil no sólo para sacar buenas notas en el cole, sino también en la vida misma.

La motivación en el aprendizaje de las matemáticas

Normalmente las matemáticas son una de las asignaturas que generan más amor y odio entre los estudiantes, pero es fundamental en el desarrollo cognitivo de los niños. Requiere concentración, prestar atención a todos los detalles y, por supuesto, sentirse motivado e interesado a la hora de aprender.

El problema es que el sistema educativo en el que vivimos, en ocasiones,  se centra en enseñar la teoría y enfocarse en el resultado sin preocuparse por la práctica y el camino que lleva a la solución del problema. 

Y está comprobado que cuando un estudiante está más abierto a aprender y se siente parte de la experiencia educativa, su motivación con respecto al aprendizaje cambia.

Aquí te dejo 5 consejos para que sepas cómo motivar a tu hijo con las matemáticas:

1. Hay que empezar de menos a más

Un error grande a la hora de enseñar matemáticas es esperar que el estudiante resuelva problemas complejos en las primeras clases. Como profesora me gusta pensar que todo va de menos a más. Es importante sentar buenas bases y empezar de cero para que las destrezas y la confianza del chico aumente en la medida en que también aumenta la dificultad del ejercicio.

En el primer escenario sólo conseguiremos agobiarlo más y reforzar su pensamiento de “no soy bueno en esto”, mientras que en el segundo caso, aumentamos la sensación de seguridad y la afirmación de ¡soy capaz de hacerlo!

¿Qué te recomiendo? Tienes muchas formas de hacerlo pero las que yo te propongo son:

  • Estudiar en grupo con compañeros que tengan un mejor nivel y que les puedan explicar los puntos que no entienden.

  • Utilizar el foro para preguntar lo que necesites.

2. Celebrar los pequeños grandes logros

¿Qué pasa cuando alguien celebra tus logros y te premia por ello? que te motivas mucho más y cada vez quieres hacer un mejor trabajo. ¿Verdad? Pues seguramente esto también le pasa a tus hijos.

No importa el nivel en el que estén ni si pasaron de un punto A al B de forma instantánea. Pero, por pequeño que sea el logro, dales un poco de reconocimiento y celebración. 

Si tu hijo terminó de estudiar matemáticas después de una jornada larga, déjalo hacer alguna actividad que le guste para que sienta recompensado. Si tu hijo sacó una buena nota en el examen, házselo saber y muéstrale que es el fruto de su dedicación y esfuerzo. 

Que todo proceso de aprendizaje es gradual y se logra con pequeños pasos.

3. Aplicar las matemáticas en la vida real

Demuéstrale a tus hijos que las matemáticas no sólo son utilizadas en un salón de clase sino en la vida diaria. Este es otro aspecto que llamará su atención porque empezarán a ver esta asignatura como algo útil e interesante de aprender. Sobre todo si tiene que ver con actividades que disfruten.

Aquí te pongo algunos ejemplos: ponlo a revisar cuánto cuesta la PlayStation, el móvil o el juego que quieren y hazlo sumar cuánto necesitan ahorrar para comprarlo.  Hazlos revisar los precios de los productos de limpieza que compras en el supermercado, calcular el total de las facturas, sumar el número de platos u otras cosas que tengas en casa, la distancia que recorren para llegar a un determinado sitio, y mucho más.

Trata de ser creativa y saber qué les interesa para ponerles ejercicios matemáticos que puedan usar en la práctica. 

Estas pequeñas acciones aumentarán el interés de tu hijo hacia las matemáticas e irá cambiando la percepción negativa que tenían sobre ella. 

Recuerda que tú puedes ayudar a tu hijo con el tema.

4. Matemáticas interactivas

Se puede motivar a tu hijo con las matemáticas a través del juego. Una forma divertida y natural de aprender porque, además de mantenerlos enganchados y motivados, también hará que presten atención a cada movimiento o decisión.

¿Qué tipo de juegos recomiendo? Aunque de esto hablaremos pronto en otro artículo, algunos pueden ser el ajedrez, que ayuda a aumentar la capacidad de análisis y la paciencia (ideal para el aprendizaje de matemáticas), juegos de mesa como el Parchís que ayudan a contar de forma ágil y ser más rápidos; y otros como el Monopoly que enseñan a manejar el dinero y las inversiones.  También hay muchos juegos matemáticos que puedes jugar en el coche. 

Todos estos son juegos son buenos para desarrollar las habilidades matemáticas de todos los estudiantes y reforzar los conocimientos que logran en sus clases.

5. La práctica hace al maestro

Una de las frases célebres de Bruce Lee dice “Yo no temo al hombre que ha lanzado 10.000 patadas diferentes, yo temo al hombre que ha lanzado una misma patada 10.000 veces”. Ahí está la clave.

Las habilidades matemáticas se hacen más fuertes con la práctica. Por ello, cuando enseño no me enfoco únicamente en enseñar conceptos para un examen, sino en generar interés en la aplicación de ese concepto en la vida misma.

Para ser buenos en matemáticas hay que practicar mucho, tener una buena planificación y crear rutinas. 

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¿Qué otro truco de motivación que te haya funcionado añadirías en la lista? Compártela en los comentarios.

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